En los dibujos, las danzas y las canciones de los aborígenes australianos abundan la mitología, los rituales, las creencias, la magia y la hechicería. Todo en el arte rupestre australiano tiene que ver con el tiempo del Sueño, momento en que los espíritus ancestrales bajaron a la Tierra, organizaron a las tribus y les enseñaron cómo debía ser el trato con los animales, los ríos y las plantas.
Contemplar el arte rupestre de estas comunidades permite saber respecto al pasado, antes de la cuarentena.
Hay muchos centros en Australia que se especializan en el legado cultural de los pueblos originarios y están en todo el país. Por ejemplo, cerca del pueblo de Derby está el Centro de Arte Mowanjun.
El Espíritu de Wandjina, un centro de encuentro para la gente local y los visitantes. Wansjina es el nombre del espíritu supremo de tres tribus de la zona y el arte de estas comunidades fue una de las primeras demostraciones artísticas de la actual zona de Kimberley.
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